El concepto de convivencialidad moderna que propone Illich, supera ese melancólico pensamiento que nos lleva a pensar el proyecto moderno sin la presencia del antecedente, del pasado, del mito, quizás. El pensamiento del límite, de manera crítica, le apuesta a refundar el objetivo prometeico moderno, sobre una cultura de la originalidad de lo humano como un reino de fines en el que la técnica y la tecnología, sean únicamente medios.