Cho Nam-joo

Kim Ji-young, nacida en 1982

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Ana Berrospehas quoted2 years ago
    Concluyó que incluso un hombre que habitualmente mostraba un comportamiento relativamente racional y actuaba con cierta gentileza hablaba de esa manera de las mujeres, incluso de la mujer por la que tenía interés, y repitió para sí misma: «Soy un chicle que alguien ha masticado y tirado».
  • Ixchi the killerhas quoted3 years ago
    Kim Ji-young trató de tomarse las palabras de su marido con objetividad, sin exaltarse, tal y como sonaban, pero no pudo. En comparación con los cambios tan trascendentales que iban a tener lugar en su vida y que la iban a redirigir por completo, la lista de su marido le parecía trivial.
  • Eugeniahas quoted3 years ago
    Corea del Sur es la nación con la mayor brecha salarial entre hombres y mujeres dentro de la OCDE.
  • Manuela Herazohas quoted6 days ago
    Mientras los agresores se mortificaban y temían sufrir una pequeña pérdida, las víctimas debían luchar asumiendo que podrían perderlo todo.
  • Manuela Herazohas quoted6 days ago
    Del mismo modo en que dejar a los niños con otras personas para poder trabajar no era una prueba de falta de amor, renunciar al trabajo para dedicarse al cuidado de los niños tampoco era una prueba de falta de profesionalidad o pasión.
  • Manuela Herazohas quoted6 days ago
    Su madre le soltó, así sin más, que el segundo podría ser un niño, mientras que su suegra le dijo que no se preocupara, que todo estaba bien. Pero sabía que nada estaba bien.
  • Manuela Herazohas quoted7 days ago
    Se creen que va a llegar el fin del mundo si entra alguna droga en el útero. ¿Es que es un santuario intocable?
  • Manuela Herazohas quoted7 days ago
    Que la culpa la tenía la persona que no había medido el riesgo ni había sabido evitarlo.
  • Manuela Herazohas quoted7 days ago
    Como si fueran enemigos que se encuentran en un callejón sin salida, una mañana una de las cinco chicas se topó con el Hombre Gabardina e inmediatamente aparecieron las otras cuatro detrás de ella. Entre todas saltaron sobre el sujeto, lo amarraron con cuerdas de plástico y cinturones y lo arrastraron hasta la estación de policía.
  • rocío venegashas quotedlast month
    un trabajador varón ni siquiera piensa en hacer esas tareas, a menos que alguien se lo ordene. ¿Por qué las mujeres sí?
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)