Emprender

primera es la que vives como reacción a tu infancia y a tu educación, en la que trabajas para demostrar al mundo que lo has hecho bien, según las definiciones que aceptaste y asimilaste de joven. La segunda edad adulta, que suele darse en la mediana edad (yo tenía cuarenta y seis años cuando dejé la empresa), empieza cuando desarrollas el valor de rechazar las definiciones y los logros de la primera edad adulta y decides por ti mismo quién eres realmente y cuáles deben ser esas definiciones.

. La clave en cualquier asunto legal es intentar descifrar qué quiere realmente la persona o entidad que te envía la carta

Identifica cuáles son tus temores, neutralízalos y entonces nunca podrán manipularte

los obstáculos aparentemente insalvables de tu negocio que hoy te desquician, al final resultarán ser algunas de las cosas por las que sientas nostalgia y recuerdes con orgullo e incredulidad.

Esta es la etapa final del camino del emprendimiento: darte cuenta de que las habilidades que has desarrollado ya no son las que necesita el líder de tu empresa. Es hora de que te vayas.

Los directores no ejecutivos (que no son empleados de la empresa) están ahí para mantener la calma incluso en las circunstancias más difíciles.

Los inversores quieren estar al día y recibir actualizaciones al menos cada seis meses.

El curso de acción que hay que seguir es el que te resulte más fácil de defender. E

tenéis un jefe. Se llama junta directiva. Aunque tengas el título de CEO, este grupo de personas tiene la responsabilidad legal de la empresa y ostentan el mando de forma colectiva.

El propósito de la junta directiva es apoyarte, presentarte a gente que haga avanzar a la empresa y ayudarte a resolver problemas.