La Tentación De Existir

Fiel a sus apariencias, el violento no se desanima, vuelve a empezar y se obstina, ya que no puede dispensarse de sufrir.

llevar un nombre es reivindicar un modo exacto de hundimiento.

No hay obra que no se vuelva contra su autor: el poema aplastará al poeta, el sistema al filósofo, el acontecimiento al hombre de acción.

Pensar es dejar de venerar, es rebelarse contra el misterio y proclamar su quiebra.

No hay obra que no se vuelva contra su autor: el poema aplastará al poeta, el sistema al filósofo, el acontecimiento al hombre de acción.

Sólo los pueblos crueles tienen ocasión de aproximarse a las fuentes mismas de la vida

¿qué es un libro, sino una pérdida de inocencia, un acto de agresión, una repetición de nuestra caída?

En lugar de dejar al tiempo triturarnos lentamente, hemos creído oportuno sobreabundar en él, añadir a sus instantes los nuestros.

No hay obra que no se vuelva contra su autor: el poema aplastará al poeta, el sistema al filósofo, el acontecimiento al hombre de acción.

Si queremos recobrar nuestra libertad, lo que nos cuadra es deponer el fardo de la sensación no reaccionar ya al mundo por medio de los sentidos, romper nuestros lazos. Empero, toda sensación es lazo, el placer tanto como el dolor, la alegría como la tristeza. Sólo se libera el espíritu que, puro de todo contubernio con seres u objetos, se ejerce en su vacuidad.