Independientemente de que a veces puedas ver caras de dudas y miradas silenciosas, la gente suele asentir a tus ideas y propuestas. De hecho, el silencio se hará presente en muchas situaciones en las que intentes pasar la palabra a los miembros del grupo. Es posible que el equipo se muestre cómodo conversando sobre temas sencillos y poco polémicos, pero a la hora de aventurarse, asumir riesgos o posicionarse contra algo, tendrás sensación de soledad y se hará un silencio sepulcral que quizás te haga pensar que un tema determinado no les importa o que prefieren no emprender una tarea propuesta por algún motivo. Pero esta respuesta no se debe a nada de eso, es simplemente que tu equipo no tiene aún la confianza suficiente para asumir tareas que consideran que son responsabilidad de la persona líder. No te lo van a decir por su necesidad de aceptación, pero es así.
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