Un Regalo Del Cielo

tiempo es más precioso que el oro, más precioso que los diamantes, más precioso que el petróleo o cualquier tesoro valioso. Nunca tenemos bastante tiempo, el tiempo desata la guerra en nuestro corazón, así que tenemos que saber gastarlo. El tiempo no se puede envolver ni adornar con un lazo, no se puede dejar bajo el árbol la mañana de Navidad.

El tiempo no se puede regalar. Pero se puede compartir.

Tenían la cabeza en otra parte, en el pasado, en un tiempo perdido que jamás podría volver.

No se puede ganar más tiempo. Una vez transcurrida una hora, una semana, un mes, un año no hay forma de recuperarlos.

La voz que tanto daño le hiciera a los oídos a decir verdad había estado pronunciando las palabras que él se había negado a escuchar.

Para él la vida se asemejaba a una escalera interminable que desaparecía en algún lugar entre las nubes, se tambaleaba, amenazaba con caer y arrastrarlo con ella. Ahora no podía mirar abajo o se paralizaría. Tenía que seguir mirando hacia arriba. Hacia adelante y hacia arriba.

Para él la vida se asemejaba a una escalera interminable que desaparecía en algún lugar entre las nubes, se tambaleaba, amenazaba con caer y arrastrarlo con ella. Ahora no podía mirar abajo o se paralizaría. Tenía que seguir mirando hacia arriba. Hacia adelante y hacia arriba.

Se había pasado tantos años devorando los minutos, las horas y los días, los momentos, que había pasado por alto la vida.

Que tu dignidad exterior sea un reflejo de la dignidad interior de tu alma

Los caminos son mucho más seguros cuando la gente deja de mirar lo que hacen los demás y se concentra en sí misma.

No sabía que no podía decirle a la vida cuándo estaba listo para aprender, sino que sería la vida la que le enseñara cuando estuviese lista.