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J. M. Coetzee

Siete cuentos morales

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  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    —Piensa entonces en ese momento, el momento en que estás solo con quien amas de veras, deseas de veras. El momento de la consumación. ¿En dónde está lo que llamas razón en ese instante? ¿Está totalmente obliterada, de modo que en ese momento no somos diferentes de la garrapata ahíta de sangre? ¿O es que, detrás de todo, la chispa de la razón todavía titila, inextinguible, aguarda su hora, espera para inflamarse de nuevo, espera el instante en que te separarás del cuerpo de tu amada y reanudarás tu propia vida? Si fuera así, ¿qué hacía esa chispa de razón mientras el cuerpo retozaba? ¿Esperaba con impaciencia ese instante para reivindicarse o, por el contrario, se dejaba invadir por la melancolía, anhelando expirar, morir, sin saber cómo hacerlo? Porque —hablando de un adulto a otro— ¿no es eso lo que estorba la consumación: ese tenue y persistente parpadear de la razón o de la racionalidad? Queremos disolvernos en nuestra naturaleza animal, pero no podemos.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    diferencia de los insectos, los seres humanos tenemos una naturaleza dividida. Tenemos apetitos animales, pero también razón. Nos gustaría vivir una vida racional —a Heidegger le habría gustado llevar una vida racional, a Hannah Arendt también—, pero a veces no podemos porque los apetitos nos dominan. Nos dominan y nosotros cedemos, nos rendimos. Después, una vez satisfechos los apetitos, volvemos a la vida de la razón. ¿Qué más se puede decir al respecto?
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    Él habla y ella escucha tratando de entenderlo, llena de buena voluntad hacia su maestro-amante.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    El mundo no sigue andando gracias al amor sino gracias al deber. El amor es agradable, un plus agradable. Pero no se puede contar con él, desgraciadamente. No siempre surge.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    las fronteras del ser —así me lo imagino— están todas esas almas diminutas, almas de gatos, de ratones, de pájaros, de niños que no han nacido, todas apiñadas, rogando que las dejen entrar, rogando encarnarse. Y yo quiero que todas entren, todas sin excepción, aunque solo sea por un día o dos, aunque solo sea para que echen una ojeada a este hermoso mundo. ¿Quién soy yo para negarles la oportunidad de encamarse?
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    Me encantaría ver niños corriendo por la calle (¿te has dado cuenta qué muerta parece una aldea como esta, sin niños?), muchísimos niños y gatitos y perritos y muchísimas otras criaturas pequeñas.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    Que otros sean un ejemplo. Voy adonde me lleva mi alma. Siempre lo he hecho. Y si no entiendes eso de mi persona, no entiendes nada.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    La invisibilidad no es una cualidad del objeto. Es una capacidad o incapacidad del observador. Decimos que el alma es invisible si no podemos verla. Y eso dice algo sobre nosotros; no dice nada sobre el alma.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    —El alma no tiene cualidades, no es salvaje ni doméstica ni nada. Si tuviera cualidades no sería alma.
  • Juliana Remedioshas quoted3 years ago
    Hablando con propiedad, los animales no tienen cara porque carecen de la delicada musculatura que rodea los ojos y la boca de los seres humanos, esa bendición que permite que el alma se manifieste. De modo que el alma de ellos queda invisible.
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