es
Books
Suzette Celaya Aguilar

La tierra sobre tus huesos

  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Beberme el río completo.

    Y reverdecer.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Si alguien me hubiera contado esto, pensaría que son inventos, que estas cosas no suceden, que los pueblos no se ahogan y que nadie se queda para verlo.

    Observo las casas desde esta loma. Mi respiración se agita, resuello.

    El pueblo me acompaña con sus propios bramidos.

    Esto terminó como tenía que terminar, con un estertor inconfundible.

    La sangre se me espesa.

    Ya estamos mis muertas y yo. Nosotras. Juntas en el mismo lugar, inseparables.

    Solo me queda esperar.

    Clavar mis pies en el barro enlodado. Perder mi nombre, mi rostro.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    La humedad carcome los cimientos de mi casa. Sus raíces. Lo observo todo sentada bajo el mezquite. Coloco en la mesa de madera los bultos de mi hija y de mi madre. Media silla está sumergida. El agua me llega a las rodillas.

    Me rodean pertenencias olvidadas de quienes se fueron, restos de muchas vidas. Un puñado de sombreros flota. Temerosos, no se separan. También flota el forraje que quedó sin ser comido por el ganado, latas de café, vasijas. Veo que nadan las lonas que pintó Lina. Navega cerca de mí una cruz de madera. La tomo. La imagino surcando el agua desde la iglesia hasta llegar aquí. La suelto otra vez en la corriente.

    Flota aquello que no se ve: la felicidad de las mujeres al juntarse a tejer sombreros en la cueva, las carcajadas de los hombres en la cantina, los juegos de los niños, los rezos de los ancianos. Pura barbarie muda.

    Intento hablar. Intento gritar, incluso. En cambio, una especie de rumor me brota de la boca. Un eco que se pierde en los caminos del pueblo buscando donde rebotar.

    Es diciembre y el agua me hace sentir frío.

    Me levanto de la mesa. Tomo a mis muertas. Me echo a mi madre otra vez a la espalda y a mi hija la cargo en brazos. Mis pies están medio sepultados en el lodo y me cuesta moverlos.

    Miro al mezquite a través del espejo resquebrajado, a la casa, al cielo. Después me deshago del cristal que tanto me reflejó, lo suelto y me libera que nunca volveré a reflejarme en él. Me deshago también del machete, que se hunde en cuanto lo suelto.

    A lo lejos escucho una voz que grita mi nombre. Una voz de hombre. O tal vez solo sea el viento meciendo los árboles.

    El frío me empuja a salir de ahí, a buscar un paraje todavía seco.

    Camino al cementerio, el punto más alto del pueblo, ese desde donde puede verse el pueblo. El último lugar que va a inundarse. Avanzo a zancadas, levantando agua, chispeándome a veces el rostro.

    Al intentar hablar con mis muertas siento dolor. Como si la garganta se me cerrara y ahora tuviera que hablar con ellas en otro lenguaje. Quizá el mismo que usó mi madre con el mezquite cuando se colgó de sus ramas. Uno sin palabras.

    Llegamos mi hija, mi madre y yo al cementerio. Desde lo alto, este paraje parece a punto de convertirse en una isla. El cerro de cruces al centro y lo demás sumergiéndose poco a po
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Él, un espejismo de padre; yo, con mis muertas a cuestas.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Pero compartir el color de la piel es poco. Cualquiera pudo engendrarme. No tengo cómo saberlo.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    realidad, no compartimos el nombre, que mi madre había elegido otro para mí, uno verdaderamente bello. Ni eso me dejaste tener. Por eso te vas a quedar aquí, para que poco a poco te desentierre el agua. Para que te saque de la tumba y separe tus huesos y vagues por el fondo de este pueblo inundado. Como ánima que asusta y que nadie se quiere encontrar. No volveré a pronunciar tu nombre nunca.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Pensé que cuando murieras alguien me contaría algo bueno de ti, algo que me hiciera ver que yo estuve equivocada todo este tiempo. Que te aborrecí sin fundamento. Pero no sucedió así. Al contrario. Descubrí las falsas lealtades hacia ti, la hipocresía que te rodeaba. Que a todo le pusiste precio, incluso a tu hija. Que la mataste. Pero me reconforta saber que, en
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Por un momento pienso en irme. Cuando alguien muere frente a nuestros ojos, ese rostro es el que perdura. Así me pasó con mi hija, con mi abuela. Pero le debo a Fermín presenciar su muerte.
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    De niña la inventé como me inventé momentos a su lado. Hoy intento verla en mí. La busco en mi rostro, en el negro de mis ojos, en mi cabello lacio. En cambio, don Fortu la guarda en su memoria con una imagen que para mí es desconocida
  • Elizabeth Alvarez Joséhas quotedyesterday
    Don Fortu y yo tenemos imágenes distintas de mi madre. Yo la conozco por retazos, por mentiras, por una fotografía pequeñísima que mi abuelo me enseñó cuando era yo muy chica y que se fue con él cuando murió. Una fotografía que ya no recuerdo.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)