Mario Sznajder

Quotes

Emilio Arias Chavezhas quoted2 years ago
parte posible de Palestina. Dos palabras clave emergieron entonces: fuerza y oportunidad.
El enfoque de Ben Gurión ante procesos a largo plazo y soluciones comprehensivas era atípico entre la mayoría de sus colegas en el liderazgo sionista. Ellos aún tenían la esperanza de que comprando terrenos y casas progresivamente establecerían una nueva realidad. Ben Gurión entendió muy pronto que esto nunca sería suficiente, pues al final del mandato el movimiento sionista había logrado comprar alrededor de 6% de la tierra de toda la Palestina británica.
El gran mufti de Jerusalén era el líder indiscutible del movimiento nacionalista palestino y sus ideas antisionistas y antijudías eran más extremistas que en el pasado, incluso se relacionaban con la política de lo que sería el eje nazi-fascista. En 1935 tomó el control de la Guerra Santa —árabe: al-Jihad al Muqadas— y Hombría Juvenil —árabe: al-Futuwwah—, ambas organizaciones paramilitares juveniles dispuestas a combatir militarmente al sionismo
Emilio Arias Chavezhas quoted2 years ago
fascista recrudecían. El Libro Blanco de MacDonald (White Paper) demostró que las presiones árabes en Palestina y en el Medio Oriente fueron centrales para la política británica. La respuesta de Ben Gurión, en nombre de la Agencia Judía, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, fue que se combatiría al Libro Blanco como si no hubiera guerra y se combatiría en la guerra (contra Hitler) como si no hubiera Libro Blanco. Esta frase fue transliterada por Rabin en la década de los años noventa en términos de lucha contra el terror y por la paz, en forma paralela. En 1938 el Consejo Nacional Judío de Palestina decidió cobrar un impuesto llamado Kofer HaYshuv —hebreo: rescate de la comunidad— que sirvió para establecer un presupuesto de defensa central que financió a la Haganá. Esto se hizo necesario durante la rebelión palestina de 1936-1939 debido a que las autoridades británicas no proveían la defensa suficiente a los asentamientos judíos. El alto nivel de voluntarismo ideológico y social constituyó la base para el cobro del impuesto.
La política británica estableció tres principios: 1. Instituir un Estado palestino en 10 años. En este se contemplaba que árabes y judíos compartieran las áreas de gobierno. En un periodo transicional, bajo el gobierno británico, “el pueblo de Palestina participaría cada vez más en el gobierno del país” y se restauraría la paz interna. 2. Limitar la inmigración judía a Palestina a 10 000 almas por año, durante un periodo de cinco años, al cabo de los cuales cesaría la inmigración judía, a menos que la parte árabe palestina accediese a su continuación. Se contemplaba permitir la llegada de 25 000 refugiados judíos, cuando el Alto Comisionado británico en Palestina decidiera que existían las condiciones para la manutención de éstos. 3. Otorgar al Alto Comisionado el derecho de limitar y prohibir la transferencia de tierras árabes a judíos.
La llegada al poder de Hitler

Para mañana

Emilio Arias Chavezhas quoted2 years ago
encontraba el judaísmo europeo, ya que sufrían olas de antisemitismo y no tenían posibilidades de emigrar de Palestina. El gran mufti de Jerusalén presentó la posición árabe y exigió el cese inmediato de la inmigración judía; puesto que no creía que los 400 000 judíos que ya entonces residían en Palestina fueran asimilables a la mayoría árabe. En julio de 1937 la Comisión Peel presentó su análisis y conclusiones. Ahí señaló que el gobierno británico, en el marco de la Primera Guerra Mundial, había hecho promesas contradictorias e irreconciliables tanto a la parte judía como a la parte árabe para obtener el apoyo de cada una. El enfrentamiento imposibilitaba el funcionamiento normal del Mandato británico en Palestina. Lo mismo pasaba con la demanda árabe de establecer otro estado, tal como sucedía en esa época en Iraq, Egipto, Siria y Líbano. La parte sionista veía en la política británica una obstrucción al establecimiento del hogar nacional judío en Palestina. La comisión proponía la partición de Palestina en tres partes: un miniestado judío concentrado en la costa de Palestina y la Galilea; un estado árabe, ligado a Transjordania que ocuparía la parte sur de la costa de Palestina, Judea, Samaria y el desierto del Negev; y una zona de Mandato británico que incluiría los lugares santos —la zona de Jerusalén y Belén, con un corredor territorial que saldría al mar en Yaffo, así como la zona de Nazaret—. Las conclusiones mencionaban la futura necesidad de intercambiar territorios y poblaciones entre los dos futuros estados para lograr mayor homogeneidad y coherencia social.
El Reino Unido aceptó esta primera propuesta de partición de Palestina como políticamente viable, la comisión de Mandatos de la Liga de Naciones la objetó, la Agencia Judía la aceptó en principio pero no en los términos territoriales que proponía. Mientras que el Alto Comité Árabe rechazó el Plan Peel de partición. El resultado práctico fue un incremento de la violencia en Palestina.
El reclutamiento de judíos por parte de las fuerzas policiales británicas en Palestina fue acelerado. La colaboración creció cuando llegó a Palestina un oficial de inteligencia británico que apoyaba la causa sionista y era un innovador militar. Orde Charles Wingate (1903-1944) pertenecía a la Hermandad de Plymouth, un grupo evangelista que basaba su credo en la Biblia y que veía en la creación de un Estado judío una obligación de carácter teológico. Sobre esta base y su rol militar se estableció una estrecha alianza entre Wingate y el liderazgo sionista. Pero fueron las tácticas militares de Wingate las que fundamentaron la admiración sionista hacia él y le valieron el título de “el amigo” (de Israel). El objetivo británico preferido por los combatientes árabes era el oleoducto Mosul-Haifa que abastecía con petróleo iraquí al Reino Unido y sus fuerzas armadas en el Mediterráneo oriental. La creación de unidades judeo-palestino-británicas denominadas Special Night Squads
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