Está claro que la ansiedad puede provocar hormigueo en tus manos y el ruido puede empeorar tu jaqueca, pero el vínculo entre tus ronquidos, tu horario laboral, tu ruidoso dormitorio, tu ansiedad y tu experiencia del sueño es mucho más directo; estos factores son mucho más fundamentales para establecer la diferencia entre sentirse descansado y despierto o increíblemente agotado