Deirdre Mask

Si quieres una calle pija, ponle un nombre pijo. No es casualidad que sea caro vivir en Central Park West: el nombre fue escogido precisamente para que lo fuera

En 2016, los Zeckendorf comenzaron un nuevo proyecto, esta vez en el Upper East Side. La normativa de la ciudad de Nueva York limita la altura de los edificios, pero los constructores pueden comprar los derechos aéreos de otro emplazamiento que no los esté explotando al máximo. Los Zeckendorf le pagaron a la iglesia Christ Church de Park Avenue 40 millones de dólares por 6.500 metros cuadrados en derechos aéreos para construir lo que un agente inmobiliario bautizó como un rascacielos «Viagra»: alto y erecto.[535] Pero el trato con la iglesia no

solo reportaba altura al edificio. Los Zeckendorf también prometieron un pago anual de treinta mil dólares a cambio de algo muy sencillo: su dirección.[536] El nuevo rascacielos de los Zeckendorf, en el 520 de Park Avenue, no tiene acceso a Park Avenue, en realidad está en la calle 60 Este, a catorce metros al oeste de la famosa avenida

Algunos nombres de calles son valiosos, claro está, por lo que el nombre revela sobre la calle

Los expertos inmobiliarios Spencer Rascoff y Stan Humphries señalaron que es posible que las casas de Washington Street sean más antiguas que las de Washington Court (las denominaciones Court, Circle y Way estaban de moda en Estados Unidos en la década de 1980).[551] Si vives en un bulevar, es posible que tengas muchos vecinos; si lo haces en un pasaje, posiblemente no.[552] Las viviendas en vías que contienen la palabra «lago» son un 16 por ciento más caras que la media nacional, posiblemente porque estén cerca de un lago pintoresco

Pero ya no quedan muchos solares en el infierno. Mientras escribo estas líneas, el valor de un apartamento medio en Hell’s Kitchen (literalmente, «Cocina del Infierno») alcanza 1.100.000 dólares.[584] «No es que eche de menos que me atraquen, la verdad —dijo el director John Waters en un artículo en The New York Times sobre la ciudad en la década de

1970—, pero me entristece pensar que si quedara alguna manzana peligrosa en la ciudad, los empresarios se matarían para ver quién abre su restaurante allí primero. Es casi imposible recordar lo peligroso que era salir por Nueva York»

En cierto modo, estas clases altas amantes de la piedra caliza han moldeado Nueva York más que la élite dorada de Martha Bacon, con sus bailes de disfraces y sus cenas en Delmonico’s. «Manhattan es suya —ha declarado el crítico de arquitectura Aaron Betsky—. Nosotros solo podemos admirarla».[586] Me pregunto si en realidad son ya necesarias las direcciones ornamentales. Tengo la sensación de que ahora cualquier calle de Manhattan se ha convertido en Park Avenue

New Haven, como Manhattan, es una ciudad cuadriculada. Fundada por puritanos que huían de la persecución, el nuevo asentamiento no se inspiraba en Filadelfia, sino en la ciudad ideal de los levitas, tal y como se describe en la Biblia (Números 35, 1-6). Los puritanos trazaron las calles dibujando cuadrados de doscientos cincuenta metros por lado, según las dimensiones extraídas de Ezequiel 45, 2, con un tabernáculo central copiado del Éxodo 26.[587] La manzana central se convirtió en el parque New Haven Green, un lugar para rezar y tomar el aire, adonde llevarían a ejercitarse a los cautivos que había tomado el barco de esclavos La Amistad

Una dirección, hoy en día, es una identidad; es la forma que tiene la sociedad de comprobar que eres una persona y que eres quien dices ser