Seamus Heaney

Podremos dejar que caiga el andamiaje, seguros

de que nuestro muro ya lo habremos construido

No era más que un estorbo, tropezaba, caía,

siempre parloteando. Pero hoy

es mi padre el que tropieza sin parar

detrás de mí, y no se aleja nunca.

y velas aliviaban los lados de la cama; le vi

por primera

y velas aliviaban los lados de la cama; le vi

por primera vez en seis semanas. Más pálido ahora

Cuando te quedes sin nada que decir, vete

un día a dar una vuelta en coche a la península

Tus canciones, cuando las cantas con los ojos cerrados

como haces siempre, son como una carretera local

de la que en el pasado conocíamos cada curva..

De modo que si, amor, alguna vez tienes la impresión

de que entre tú y yo los viejos puentes se derrumban,

no temas.