Nancy Huston

De repente, la detenida, que hasta este momento se había mantenido en silencio, levanta la cabeza, me mira fijamente a los ojos y me dice: «¿Para qué sirve inventar historias cuando la realidad es tan increíble?».

La mujer está postrada ante mí. Ha matado a alguien, y yo no. Todos mis muertos están en mis novelas.

El relato confiere a nuestra vida una dimensión de sentido que los demás animales desconocen.

El Sentido humano se diferencia del sentido animal en que se construye a partir de relatos, historias y ficciones.

Lo real-real no existe para los humanos. Todo es real-ficción, siempre, porque vivimos en el tiempo.

Si el lenguaje se limita a reflejar la realidad, ¿por qué toda lengua engendra palabras que no deben pronunciarse?

Las ficciones se introducen en nuestro cerebro, lo forman y lo transforman. Más que crearlas, son ellas las que nos crean a nosotros, las que componen para cada uno de nosotros, en los primeros años de vida, un yo.

Las personas que creen vivir en lo real son las más ignorantes, y esta ignorancia puede llegar a ser mortífera.

Para nosotros, los humanos, la ficción es tan real como el suelo que pisamos. Es ese suelo. Lo que nos sostiene en el mundo.

El lenguaje ordena nuestra experiencia, nos permite comunicar. Mientras nuestras definiciones coincidan, nos entendemos y funciona.

El lenguaje ordena, pero demasiado a menudo olvidamos que orden no es sinónimo de verdad.

En los humanos no se da ninguna verdad.

Todas se construyen mediante ficciones.

Todo relato histórico es ficticio en la medida en que sólo cuenta una parte de la historia. Sólo Dios podría contar toda la historia, pero, como Dios está fuera del tiempo, no sabe contar.

La tendencia innata de nuestro cerebro a la narratividad, conscientemente explotada desde siempre por las iglesias, lo es cada vez más por los medios de comunicación, los partidos políticos, las grandes empresas y la institución militar.

En inglés a esto se le llama storytelling. «Los hechos hablan, pero las historias venden», dijo un cínico especialista en el tema.