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Maggie O'Farrell

  • Mildred Osirishas quoted2 years ago
    Indefectiblemente, son las tareas sin sentido las que perduran: lavar, cocinar, ordenar, limpiar. Nunca nada majestuoso o significativo, solo los rituales insignificantes que forman la urdimbre de la vida humana.
  • nataliahas quoted9 months ago
    Hamnet vuelve a tener la misma sensación que ha tenido toda su vida: que su hermana es la otra cara de sí mismo, que los dos encajan a la perfección, ella y él, como las dos mitades de una nuez. Que sin ella está incompleto, perdido. Llevará para siempre una herida abierta en un costado, de arriba abajo, por donde la separaron de él.
  • nataliahas quoted9 months ago
    Ahora, como por arte de magia, aparecen en las mejillas de su hermana unas lágrimas como semillas de plata. Hamnet sabe que son suyas, que se le han caído de los ojos en la cara de Judith, pero también podrían ser de ella. Son los dos uno y el mismo
  • Adrianuxhas quotedlast year
    Los ataques de mal genio de su padre salían de la nada, como las tempestades, y se desataban enseguida
  • Adrianuxhas quotedlast year
    Presume de su habilidad para desentrañar y leer el pensamiento de los demás, para adivinar hacia qué lado van a saltar, lo que van a hacer a continuación. Vivir con un padre temperamental ayuda a perfeccionar estas habilidades desde pequeño
  • Montserrat Montes de Ocahas quotedlast year
    Toda vida tiene un núcleo, un eje, un epicentro del que todo sale y al que todo vuelve.
  • Teresahas quoted2 months ago
    Crece con la sensación de hacerlo todo mal, de estar fuera de lugar, de ser muy oscura, muy alta, muy ingobernable, muy testaruda, muy callada, muy extraña. Crece sabiendo que solamente la toleran, que es irritante, inútil, que no merece cariño, que tendrá que cambiar sustancialmente, someterse por completo si pretende casarse. Crece también con el recuerdo de lo que era ser querida por lo que se es, no por lo que se debería ser.
  • Teresahas quoted2 months ago
    Agnes vuelve por el mismo camino, pero va más despacio. Qué raro se le hace recorrer las mismas calles pero a la inversa, como si repasara letras viejas: los pies, la pluma que vuelve a lo escrito, reescribiendo, borrando. Las despedidas son raras. Parece tan fácil: hace un minuto, cuatro, cinco, él estaba aquí, a su lado; ahora se ha ido. Estaba con él; ahora está sola. Tiene la sensación de estar expuesta, helada, pelada como una cebolla
  • Teresahas quoted2 months ago
    Su vida se le hace cada vez más y más ajena, más irreconocible
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