¿Cuál es, a fin de cuentas, el vínculo entre lengua y realidad? Quienes desconfían del inclusivo argumentan que nada cambia “realmente” (o sea, en la realidad, en la serie
histórica) por modificar solo la manera en que hablamos, postulando tácitamente (¿tácticamente?) que lengua y mundo son dos órdenes separados.