Lorenzo F. Díaz

Afrontémoslo, hay veces en que el amor no sale bien. Pero incluso cuando es un fracaso, te conecta con otros, y, al final, eso es lo único que te queda: las conexiones

De algún modo, mamá había separado la belleza de la locura

Hay partes de nosotros que siempre serán lo que fuimos, lo que tuvimos que hacer para sobrevivir en aquellos tiempos.

a ella le preocupaba que también la considerase una obra de arte playera, una curiosidad a la que darle vueltas en la mano antes de arrojarla de nuevo a la arena

Es una venera, una Pecten ornatus —explicó Kya—. No se ven a menudo. Hay muchas de este género, pero esta especie concreta suele darse en regiones al sur de esta latitud porque estas aguas son demasiado frías para ellas

No la detuvieron ni ciénagas ni barrancos, atravesó arroyos y saltó troncos

Nunca había estado en ese bosque húmedo y de abundantes raíces, porque estaba más allá del pueblo y demasiado cerca de la gente

En las otras direcciones se veían riachuelos, lagunas, arroyos y estuarios que se entretejían entre la brillante hierba verde hasta el mar. Kya nunca había estado tan alto sobre la marisma

Dos halcones de cola roja, con el viento silbando entre sus alas, pasaron volando a su altura, e inclinaron la cabeza, sorprendidas de ver a dos jóvenes humanos en su espacio aéreo

lancha de él era casi demasiado grande para pasar entre la vegetación y, desde luego, demasiado azul y blanca, pero consiguió pasar mientras las ramas chirriaban contra el casco.