Tomó, pues, diez baúles de ropa y partió para Chantilly. El rey irá el día 25 de este mes; pasará un día entero. Nunca se ha hecho tamaño dispendio por el triunfo de los Emperadores como se hará allá; no se repara en gastos: se colman todos los caprichos sin preguntarse cuánto valen. Dicen que al príncipe no le saldrá por menos de cuarenta mil escudos. Hacen falta cuatro comidas; habrá veinticinco mesas, con cinco servicios, sin contar una infinidad de otros. Da de comer a todos, es decir a Francia entera, y los aloja.