Yolanda Oreamuno

  • Danii Bahenahas quotedlast year
    hablaron como los cristianos hablan del Paraíso, sin saber dónde está.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    conceptos por él desconocidos, ajenos a su experiencia personal; por su contenido real aún no habían pasado a sus sentidos, sino mediante las palabras de los otros. En cierto modo conceptos inexistentes, y sin embargo, dueños de mayor relieve en su conciencia.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    Si en verdad al morir toda nuestra vida regresa merced a un violento recobrar de la memoria, aquello que estaba recordando era su vida, y lo que estaba viviendo era su muerte.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    ¿Cuántas horas faltan para que todo lo mío quede rígido y se agoten la facultad de pensar y la pena de sentir?
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    or la casa”.

    Don Vasco no usaba látigo con sus hijos ni con sus perros, pero tenía, eso sí, una latigante mirada, una latigante palabra, un latigante gesto de poder.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    Don Vasco no usaba látigo con sus hijos ni con sus perros, pero tenía, eso sí, una latigante mirada, una latigante palabra, un latigante gesto de poder.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    En la Teresa de entonces quedó también el proyecto, la voluntad de pararse frente a don Vasco y exigir.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    en una sociedad en la cual una mujer sin marido –cuando lo consiguiera y lo perdió– es ser que jamás se reconstruye, y cuando no ha podido lograrlo, es objeto de burla para todo el mundo. ¡La solterona!
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    Ella vivía amargada la más amarga de las vidas, peleaba a diario el sustento de sus hijos, pero no concebía que lo mismo que estaba haciendo bajo los ojos desaprobadores de su marido, lo podría hacer sin él.
  • Danii Bahenahas quotedlast year
    No calculaba la tremenda fortaleza que derrochaba en comprimirse, en volverse nada, en bajar la frente, en soportar. Toda esa pujanza, libre de temores, autónoma, hubiera bastado y sobrado para alzar en los delgados hombros la casa, los hijos y el honor. Pero Teresa no entendía.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)