La razón, como en breve veremos, es que el hecho de prestar atención a la respiración no se limita a la respiración, al igual que prestar atención a cualquier otro objeto que elijamos como objeto de atención primaria tampoco se limita a ese objeto. Los objetos de atención nos ayudan a estabilizar la atención. Poco a poco empezamos entonces a darnos cuenta de lo que es la atención. La atención tiene que ver con la relación existente entre lo que parece ser el perceptor (tú) y lo que parece ser percibido (el objeto al que estés atendiendo). Entonces es cuando te das cuenta de que ambos forman parte de una totalidad dinámica e inconsútil que, en última instancia, jamás han dejado de estar unidas.