Esta será la única y última vez en su vida que la futura monarca disfrute de la “noche de bodas”, puesto que los machos morirán poco después y las reinas no volverán a copular en su vida. La cópula puede llevarse a cabo con uno o varios machos dependiendo de las especies, y todo el esperma recibido se guarda en un saco especial conocido como espermateca.