Manuel Puig

  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Ahora no hago más que pensar en una cosa ya que él no iba nunca a la iglesia, ¿se confesó antes de morir? Ojalá que sí, es una tranquilidad más para los que quedamos vivos, ¿no le parece?
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Le juro señora que cuando me casé con Massa ya no me acordaba más de Juan Carlos, lo seguía apreciando como amigo y nada más. Pero ahora no sé qué me pasa, pienso si Celina no hubiese hablado mal de mí, a lo mejor a estas horas Juan Carlos estaba vivo, y casado con alguna buena chica, o conmigo.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Yo le hacía caso en todo y cuando cerré los ojos me dio un beso suavecito. Yo no dije nada y paró el coche. Y pensar que estoy gastando tinta en hablar de esa porquería, ¡qué caro me salió ser tonta un momento!
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    ¿Usted cree que puedo encontrar un muchacho que me dé otra vida?
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Y le dije a mi marido y ni me contestó, como diciendo arréglate, ay señora querida, pensar que dentro de un rato le tengo que ver la cara de nuevo.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Pero le quedó rabia de que yo me lo agarrara al hermano, y por eso le dijo a usted que a mí me había manoseado Aschero. Pero a mí fue uno solo, y porque yo era chica, en cambio a ella le ensuciaron el nombre hasta que se cansaron.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    en la posibilidad de que Juan Carlos la abandonara en caso de comprobar que había habido otro hombre en su vida, en la posibilidad de dejar que Juan Carlos lo comprobara sólo pocas semanas antes del casamiento, en la posibilidad de que Juan Carlos lo comprobara la noche de bodas, en la posibilidad de que Juan Carlos la estrangulara en un hotel de Buenos Aires la noche de bodas
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    Antes de dormirse pensó en que el rostro de Juan Carlos no tenía defectos.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    A las 23:20 consideró necesario acariciarle los senos pasando su mano por debajo de la blusa y corpiño, porque debía mantenerla interesada en él.
  • Silvia Santaolallahas quotedlast year
    este consejo va aparte, no tiene que ver con los naipes, pero las rubias tienen la carne blanca para que te creas que tienen el corazón blanco
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)