La resolución de Dios de no contender por su Espíritu con el hombre para siempre. Nótese: 1. Que el Espíritu Santo contiende con los pecadores por medio de la convicción de pecado, advirtiéndoles por medio de su conciencia, para que se vuelvan a Dios y dejen el pecado. 2. Si el Espíritu es resistido, apagado y contrarrestado, aunque contienda por largo tiempo, no contenderá para siempre (Os. 4:17)