Comprender nuestra mente

tercer ámbito de percepción es el de las meras imágenes. Almacenamos en el depósito de conciencia todas las imágenes que nos llegan desde el ámbito de las representaciones

segundo ámbito de percepción, el de las representaciones, no es la realidad en sí. Ha sido construido, fabricado, por nuestros patrones de pensamiento. Estamos acostumbrados a pensar en términos de yo y permanencia, y creemos que las cosas existen de forma separada. No vemos la interconexión, la naturaleza de vacío e interser de todas las cosas.

El primer ámbito de percepción, el ámbito de las cosas en sí, es la realidad tal como es sin sufrir la distorsión de nuestra ideación y construcción mental. Antes de la ideación, antes de que la mente empiece a construir, la mente puede tocar la dimensión última, el ámbito de la talidad.

Nuestras percepciones y deducciones son a menudo incorrectas, sobre todo cuando no aportamos a la percepción una mirada de amor y comprensión, sino la mirada de la sospecha, la ira, la tristeza o el anhelo. El

El modo deductivo requiere reflexión. Si sabemos reflexionar de forma hábil, podemos llegar a ver la verdad.

Manas siempre percibe como yo cosas que no son yo.

El depósito de conciencia tiene la capacidad de sostener, alimentar y producir aquello que esperamos obtener.

es condición causal de la conciencia mental no reside en manas, sino en el depósito de conciencia. Manas es como un conducto eléctrico entre el depósito de conciencia y la conciencia mental, pero como está oscurecido por naturaleza, distorsiona la señal eléctrica, la información que pasa entre el depósito de conciencia y la conciencia mental

También se considera a la conciencia mental una conciencia sensorial. Los fenómenos mentales son las ideas, las nociones y los pensamientos.

El método de entrenamiento de la conciencia mental para una percepción correcta es la plena conciencia. Esta es la contribución más importante de la conciencia mental. Cuando estamos atentos, cuando somos conscientes de todas nuestras acciones de cuerpo, palabra y mente, podemos elegir actuar, hablar y pensar de forma beneficiosa y no de forma dañina.