bookmate game
es
Books
Anne Marie Van Broeck

Álvaro Mutis, memoria de Bélgica

  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Creo que la única manera de vencer el tiempo y lograr vivir un mundo válido y noble es preservando la niñez. Recordarla muy bien. Decía Proust que todo lo que nos importa realmente, lo que conocimos y vimos, lo que sucedió de fundamental dentro de nosotros, marcándonos para siempre, sucedió entre los ocho y los doce años
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Varios años después tuve que viajar a Amberes, invitado por la Televisión Belga para participar en un programa sobre belgas ilustres emigrados a Latinoamérica. En un descanso de la grabación se me acercó uno de los ayudantes del director y en voz baja me dijo rápidamente: “Su amigo Maqroll está en el hospital de la Marina Mercante. Vaya a verlo. No es nada grave pero su visita le hará bien
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Mutis me contó de su promesa consigo mismo de mencionar en cada novela la ciudad de Amberes. Aparecerá, por ende, en casi todas sus novelas, ya sea como escenario de algún acontecimiento, o como una de la lista de ciudades donde la vida de Maqroll se desarrolló
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    inevitable terminar hablando de Amberes. Esa ciudad, por tantas razones muy cara para mí, es, a mi juicio, el puerto con más encanto y con movimiento más armonioso, por ser el tráfico en el Escalda una operación delicada y llena de lentitudes y maniobras que convierten la entrada y salida de los barcos en una suerte de ballet (La última escala del tramp steamer, 1995a: 334)
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Ahora, lo que a mí me sorprendía viniendo de Bruselas, donde había pasado mi niñez, era la velocidad con que las cosas en el trópico se van deshaciendo, se van usando, se van gastando, las cosas y las personas; la rapidez con que se oxida, se destruye y vuelve a la tierra todo. Como dije en alguna entrevista, se deja una herramienta algunos días recostada en alguna parte, después se oxida y ya se funde con la tierra. Habían hecho un intento de ferrocarril por ahí (este es un tema que vuelve en mi última novela: Un bel morir); y he visto –y lo digo en varios poemas– los rieles ya convertidos en una mancha ocre sobre la tierra. Entonces, esta destrucción de todo era sorprendente como una muestra de vida y, al mismo tiempo de muerte, ¿no? Pero muerte sin temor, sin una sensación de desaparición, sino de fundirse con ese mismo paisaje
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Tanto ese mar frío y gris como el cafetal colombiano, los dos son parte de mí. Paso de uno al otro con absoluta normalidad
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    hay en Europa una región tan capitosa, donde todo lo antiguo continúe viviendo en sus mejores esencias, una región donde lo español, lo flamenco, y otros elementos marinos y de todo tipo, se hayan conservado y hayan sobrevivido en forma tan presente y tan intacta como en Bélgica –vamos a llamarlo Flandes
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    prison, il [Mutis] faut meubler le temps pour ne pas sombrer dans la folie. Rêver la liberté, lire et écrire seront les principales activités conjuratoires. [...] il lit en particulier Proust, mais surtout, la correspondance du Prince de Ligne. L’élégance, la sobriété, l’intelligence de la prose de ce dernier ont sur lui un effet apaisant immédiat, comme elles apaiseront Maqroll, confronté lui aussi à la détention, dans Un bel morir. Maqroll et Álvaro Mutis s’identifient à cet aristocrate qui avait connu tant de déboires, mais qui les avait toujours affrontés avec la plus grande dignité. L’immersion dans une telle lecture permet d’oublier ou de transcender un présent sordide
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Regresó a su cuarto e intentó distraerse con la lectura de las cartas del príncipe de Ligne. La infalible elegancia y la inteligente sobriedad de la prosa del gran señor, diplomático y galante, actuó como un lenitivo de eficacia inmediata. Toda su atención se trasladó a esos comienzos del siglo XIX, cuando, como dijera Talleyrand, los que habían conocido la dulzura de vivir, en el ocaso del Ancien Régime, continuaban dando una lección de buenas maneras, de sereno escepticismo y de cínico enjuiciamiento de las mudanzas que impone la política. Ningún bálsamo más eficaz para sus presentes perplejidades que el ejemplo del gran aristócrata belga que sorteó, con igual fortuna y una amable sonrisa, el patíbulo jacobino, la vigilancia de la policía de Viena y su gabinete negro y las mortales acechanzas de la corte zarista
  • Álvaro Ruiz Rodillahas quoted10 months ago
    Sentía que el mundo se me iba de las manos. Se me iban las barcazas que cruzaban, de un extremo al otro, Bruselas. Se me iba el faro que animaba el trabajo nocturno en el puerto de Amberes
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)