Guía HBR: Mejora tu escritura en el trabajo

Resumen
Ten presentes tu propósito y tu público antes de ­empezar a escribir, y deja que ambos elementos te guíen a la hora de decidir qué decir y cómo decirlo.
Formula claramente el asunto que vas a abordar y lo que esperas conseguir con el escrito.
No pierdas de vista tu objetivo: no socaves tus propios esfuerzos con un tono hostil o inapropiado.

Son las siglas de Loco-Arquitecto-Carpintero-Juez, que representan las fases por las que un escritor debe pasar:
El Loco recopila el material y genera ideas.
El Arquitecto organiza la información esbozando un esquema, aunque sea sencillo.
El Carpintero pone tus ideas en palabras, compone las frases y los párrafos siguiendo el plan del Arquitecto.
El Juez es el encargado del control de calidad, el que pule todo el texto: desde ajustar el lenguaje hasta corregir la gramática y la puntuación.

Me pregunto si las obras aún no están terminadas, pues todavía no se han realizado las adaptaciones necesarias para acceder al edificio con silla de ruedas, tal como exige la ley. ¿Quizá esté precipitándome y todavía no haya comenzado esa parte de las obras? Te agradecería que me dieras información al respecto.
A ver si quedamos pronto para comer.

Resumen
Emplea enlaces o conectores lógicos bien ubicados para guiar al lector hacia una nueva idea y para indicarle su relación con la anterior.
Divide los documentos con subtítulos concisos y descriptivos que aumenten la legibilidad y que permitan localizar rápidamente la información más importante.
Utiliza un subtítulo de «resumen» para marcar cuáles son los puntos esenciales del documento.
Utiliza subtítulos con estilos y sintaxis coherentes para reforzar

Volver a una idea: aun así, sin embargo, no obstante, con todo.
Poner un ejemplo: por ejemplo, tal como, en particular.
Dar una razón: porque, de ahí, por consiguiente, por, en consecuencia, puesto que, por lo tanto, entonces, debido a.
Marcar un contraste: pero, aun así, y sin embargo, a la inversa, pese a, en cambio, en lugar de eso, por otro lado, aun así, entonces, mientras que.
Presentar una conclusión: así pues, en consecuencia, finalmente, en conclusión, en resumen, en pocas palabras, en conjunto, por lo tanto, así pues, en resumen

Los conectores nos permiten avanzar en la lectura de distintas formas. Pueden:

Establecer una secuencia temporal: entonces, en ese punto, más tarde, tan pronto como, al fin, antes, después, al principio, inicialmente, mientras tanto, luego, a continuación, ahora, una vez, originalmente, desde, hasta, por último.
Establecer un lugar: ahí, en ese lugar, enfrente, detrás, más atrás, en la parte trasera, en el centro, a la izquierda/derecha, al frente.
Añadir una idea: y, o, además, también, de hecho, asimismo, no solo... sino también.
Subrayar una idea: sobre todo, al fin y al cabo, y por lo tanto, principalmente, igualmente importante, aun más, en efecto, más importante.
Hacer una concesión: aunque, y sin embargo, cierto es que, al mismo tiempo, ciertamente, pese a que, sin duda, por supuesto, no cabe duda, por descontado, aun así, no obstante, sin lugar a dudas, mientras que.

Resumen
Incluye solo los hechos pertinentes.
Preséntalos en orden cronológico para que al lector le resulte fácil seguirte.
Organiza tu narración creando una cronología de los hechos antes de escribir; después presenta los acontecimientos en tu escrito. Evita enumerar fechas innecesarias.

Supongamos que quieres enviar un correo electrónico para informar del progreso de un proyecto en curso y que ha pasado cierto tiempo desde la última vez que lo hiciste. El receptor no está tan inmerso en el proyecto como tú y probablemente tenga muchas cosas entre manos. Así pues, recuérdale cuál era el estado de la cuestión la última vez que le escribiste y cuéntale qué ha ocurrido desde entonces:

Resumen
Intenta escribir con tanta naturalidad como cuando hablas. Tus textos deben sonar como si los enunciara una persona particular, no una corporación.
Evita las expresiones estereotipadas que sobrecargan el lenguaje y revelan pereza mental.

Resumen
Nunca uses más palabras de las necesarias: si puedes decir algo en dos palabras en vez de tres, hazlo, siempre y cuando el resultado sea natural.
Pule tu prosa sustituyendo nombres abstractos terminados en -ión por verbos de acción siempre que sea posible, utilizando verbos más directos en lugar de frases con ser o estar, y eliminado expresiones redundantes.
Elimina la paja que no aporte información en el texto