La llama negra es la noche madrileña, el flamenco y su embrujo, el toro y la sangre, la vida y la muerte. Entre La Tani, Carmen y Diego se ha tejido un triángulo de fuego. Todo pende de un hilo muy delgado, que quema y puede romperse en cualquier momento. El amor y sus aristas más miserables nos envuelven en una historia frenética, donde la pasión —como verdad única— marca el ritmo imparable de esta novela iniciática. Detrás de cada personaje, cual si se tratara de animales salvajes animados sólo por su instinto, se despliega el mundo del baile, del cante, del toque, del flamenco desde su sentido más jondo.