Escribe Séneca en la Carta número XLIX titulada La vida es breve: «Lo que vivimos es un punto, y aún menos que un punto, y por añadidura, esta cosa es tan pequeña, para mayor engaño, la Naturaleza la ha dividido a fin de darle la apariencia de un prolongado espacio de tiempo; de una porción ha hecho la infancia, de otra la mocedad, de otra la adolescencia, de otra un cierto descenso de la adolescencia a la vejez, de otra la propia vejez. ¡En una cosa tan breve cuántos peldaños ha puesto!».