Ya era hora. —Llevó la mano a mi rostro y tomó mi mejilla—. Estoy perdidamente enamorado de ti, y ya no quiero que seamos una posibilidad. No voy a dejarnos en manos del destino
Candela Vichas quoted7 months ago
Puede que haya renunciado a mi trabajo. —Me salió un susurro acelerado.
Sonrió.
—Qué gracioso. Puede que yo también haya renunciado al mío
Candela Vichas quoted7 months ago
—Disculpe, ¿puedo pasar? —Su voz profunda me acarició como la seda más suave y mi corazón dio un vuelco cuando lentamente bajé el libro y miré hacia arriba
Candela Vichas quoted7 months ago
—No. —Yo no era la única persona que Nate llevaba con él.
La chapa decía «Torres, Julian».
Candela Vichas quoted7 months ago
Me ha pedido que te diga que te quiere y que te escribirá cuando llegue el momento de aprovechar vuestra oportunidad.
Candela Vichas quoted7 months ago
Le prometí a tu hombre que, si era necesario, te ataría yo mismo al asiento para que subieras a ese avión. —Alzó una comisura—. Y ya verás que no soy tan compasivo como él. Voy a hacerlo