No te preocupes por el tuteo, a veces nos pasa que se nos olvidan los tratos de respeto. El señor Ferrara y yo tenemos algo de confianza. Llevo más de un año viniendo aquí con su hija y, además, en el tiempo que he trabajado para él hemos cogido mucha más, ¿verdad, Celine? —La cocinera, que no se esperaba la mención, casi escupió la comida. Contuvo las ganas de hacerlo y de reír—. Le pregunto a ella porque estamos muchas horas todos juntos y es testigo de lo que digo —terminó por explicarle a su madre—. Dos días más y tú también lo tutearás siempre. Es un jefe cercano que trata muy bien al servicio.