Los sonámbulos

“todas las cosas tienen forma; todas las cosas son forma, y todas las formas pueden definirse por números”.

“la filosofía es la música suprema” y de que “la forma suprema de la filosofía se refiere a números pues, en última instancia, todas las cosas son números”.

Los puntos de apoyo en que giraban el eje y todo el sistema eran los conceptos básicos de armonía y catarsis (purga, purificación).

La línea que relaciona la música con los números se convirtió en el eje del sistema pitagórico.

Los números son eternos, en tanto que toda otra cosa es perecedera.

constituyó la primera reducción de la calidad a la cantidad, el primer paso que se dio hacia la matematización de la experiencia humana y, por lo tanto, el comienzo de la ciencia.

Pero la manera más sencilla de abordarla es la que brinda la música.

La esencia y el poder de esa visión estriban en su carácter unificador, que todo lo abarca: une la religión y la ciencia, la matemática y la música, la medicina y la cosmología, el cuerpo, la mente y el espíritu, en una inspirada y luminosa síntesis. En la filosofía pitagórica todas las partes componentes están entretejidas: presenta una superficie homogénea, como la de una esfera, de modo que resulta difícil decidir por qué parte será mejor penetrar en ella.

se decía que “entre las criaturas racionales hay dioses, hombres y seres como Pitágoras”

por razones puramente personales y contra las pruebas de su telescopio.