Descubrir las circunstancias que fraguaron la mítica presencia de la inspiradora del popular estribillo cubano: «Ponme la mano aquí, Macorina, pon, pon…" y reflexionar sobre su alcance e impronta sociocultural, son algunas de las bondades que cobija La Macorina, crónica que transgrede las fronteras entre lo histórico, lo artístico, lo biográfico, para modelar un mosaico donde conciertan la espontaneidad de los testimonios que rebasan la cosmogonía de “la famosa puta habanera del fotuto y el perrito”, con la crudeza de las revelaciones de familiares, amigos, músicos, la prensa y personalidades con quienes ella se relacionó o quienes la incorporaron a su caudal de fantasías. Todo esto armoniza con el rigor de la documentación visual y musicográfica, las cuales confirman el desafío que simboliza la triste celebridad de la existencia de La Macorina, y también con las motivaciones que infundió en poetas, compositores e intérpretes, cuyos quehaceres aún enriquecen el acervo musical de Cuba.
