conocido el comentario que Oscar Wilde hizo a propósito de William Turner en su The Decay of Lying (1898): “Hoy la gente ve la niebla no porque sea niebla, sino porque los poetas y los pintores les han enseñado el misterioso encanto de estos efectos. Tal vez hace siglos que hay niebla en Londres. Admito que es cierto. Pero nadie la veía, y por lo tanto no sabíamos nada de ella. No ha existido hasta que el arte la inventó”121. Wilde llegaba así a la conclusión de que “la vida imita al arte mucho más que el arte a la vida”, al mismo tiempo que relacionaba a Turner con una cierta realización de la autonomía artística que se persiguió demostrar ávidamente durante los años de la modernidad.