El sistema del tacto

Por un momento piensa que ha dejado de existir. Los muertos no reciben mensajes, Ania, despabílate. Entonces se da cuenta: en la bandeja de correos basura hay más de treinta mensajes sin leer

Él sabe que bajo los silencios de su madre hay estallidos que pueden dejar sordo a cualquiera

La herencia maldita, Pánico en el paraíso y Los niños diabólicos

Cuando somos felices, nuestra fantasía tiene más fuerza; cuando somos infelices, actúa de modo más vivaz nuestra memoria.

NATALIA GINZBURG

Y qué monstruosidad los antepasados, puras historias para enloquecer a los niños.

MARÍA SONIA CRISTOFF

murmurllar» en vez de murmurar, «barbosa» en vez de babosa, «dientista» en vez de «dentista» o «baldrar» en vez de quién sabe qué

tiesos e inquebrantables como un paredón

injusto. Desde que empezó a tener uso de razón, mejor. Desde que murió su madre cuando ella tenía dos años y todavía no era una persona en regla. Desde que apareció Leonora y el padre empezó a hablar otro idioma. Un idioma sin lengua, ininteligible para Ania.

Pero también sabe que la rabia es un fluido muy espeso, que la patria no es un asunto de edad.

Pobre la conchadetumadre, se vio diciendo en voz alta.