Johann Sebastian Bach y George Frideric Handel, dos colosos de la música clásica, nacen el mismo año, ambos en Alemania; sin embargo, no logran conocerse personalmente. Bach permanece siempre en su país, donde tiene veinte hijos. Handel, en cambio, hace fama y fortuna en Inglaterra, sin llegar a contraer matrimonio. Largas y prolíficas vidas las dos, unidas en un final común: la ceguera, propiciada por la torpe intervención del mismo aprendiz de cirujano ocular.
A partir de una revisión médico-biográfica de las vidas de estos compositores, Martínez Palomo revela las respuestas a diversas preguntas sobre el genio y la creatividad: ¿de dónde vienen?, ¿todos los genios son inestables emocionalmente?, ¿qué relación hay entre el ambiente, la herencia y la creatividad?