Un cielo lleno de estrellas

Ander y Xenia se enamoran cada día mil veces.
—Junto a ti… para siempre.
—Para siempre.

—Buscaremos estrellas desde nuestra casa —le dice Xenia en un murmullo.
—Nuestro hogar, niña.
Ella siente que se derrite de felicidad.
—Vamos a ser muy felices…
—Lo más felices…
El amor.
Las risas.
La ilusión.

Te quiero, ¿te lo he dicho hoy? —le dice ella.
—Creo que solo cinco veces y me parecen pocas.
Se dan un beso en los labios y se ríen.

Mikel…
—¿Qué? —Él se vuelve un segundo para mirarla.
Siempre está pendiente de ella.
—Te amo.
Mikel ensancha su sonrisa.
—Y yo, princesa. Cada día más.

—Pues a mí me gustaría, ¿y a ti?
Harán suspira de amor.
—A mí también, me encantaría tener una pequeña Martina.
—A mí un pequeño Harán.
Se miran con amor y se sonríen. El corazón les va a estallar dentro del pecho. Se quieren, mucho y de verdad.

artina se vuelve y le da un beso en los labios.
—Guapo

Ander sonríe, feliz, y le da la vuelta a Xenia en sus brazos para que pueda mirar hacia el cielo.
—Mira, el cielo está lleno de estrellas.
—Y ahí estás tú.
—Junto a ti… —dice Ander murmurando.
Xenia sonríe y asiente feliz.

ye, Ander…
—¿Sí?
—¿Quieres salir conmigo?
Ander se separa de ella, muy sorprendido, y la mira fijamente. ¿Ha oído bien?
—¿Me has pedido salir contigo?
—Qué va…
—Sí, quiero, sí.

mientras me acercaba a tu boca.
Y se acerca mucho, hasta que noto su aliento encima del mío. Mi corazón ha empezado a latir con rapidez y un cosquilleo extraño recorre mi cabeza.
Quiero besarlo.
Mucho.
¡Quiero besarlo!
Lo abrazo por el cuello y él sonríe.
—¿Te he dicho que me gustas mucho? —me pregunta en los labios.
—Si me lo has dicho, no me acuerdo —le digo sintiendo que mi cuerpo flota.
Roza mis labios con los suyos y cierro los ojos para disfrutar del contacto. Noto el calor de su piel y suelto un leve gemido. Podría quedarme allí toda la vida…

—¿Y cómo fue?
Ander me mira sonriendo y me coge el vaso para dejarlo en suelo, junto al suyo.
—Abrázame por la cintura. Empezó así…
Le hago caso y le rodeo el cuerpo. Él me mira sonriendo.
—Nos miramos muy serios y entonces pensé que quería besarte hasta que terminara el mundo…
Oooh…
—Te abracé, te levanté la barbilla con un dedo…
Ander hace todo aquello y nos miramos expectantes los dos.
—Y te dije: «Creo que voy a besarte…»,