El siglo XIX fue una época de profundos cambios en todo el mundo. Grandes convulsiones sociales, políticas y económicas produjeron importantes transformaciones en todos los órdenes.
En España el inicio de esta centuria estuvo marcada por la invasión de las tropas napoleónicas y la lucha por rechazarlas. Unas décadas después se inició el proceso de independencia de los territorios de América, que al final del siglo consumaría la total desaparición del imperio español.
Los cambios políticos y sociales fueron profundos. Desde el régimen absolutista de Fernando VII, que ahogó el movimiento liberalizador de la Constitución de Cádiz, se pasó a la apertura en época de Isabel II, y se llegó hasta la proclamación de la efímera I República ya casi en el último cuarto del siglo.
En todo este período hubo innumerables gobiernos de distinto signo, algunos de los cuales apenas duraban unos meses, revoluciones y convulsiones sociales de todo tipo, que naturalmente tuvieron honda repercusión en los ambientes locales.
En el terreno económico también se produjeron notables cambios y uno bastante importante fue el originado por las leyes desamortizadoras, que dieron lugar a la aparición de grandes explotaciones agrícolas al pasar las fincas a manos privadas. Entre las consecuencias de este cambio figura la introducción intensiva del cultivo del olivar en distintos territorios, sobre todo en las provincias andaluzas y de manera especial en la de Jaén.
Se narran aquí los avatares de una familia, residentes en Martos, un pueblo de la provincia de Jaén, a través de cinco generaciones, cuyas vidas se verán afectada
