Si uno escucha sin ninguna conclusión, sin ninguna opinión, lo cual distorsiona los hechos, descubre lo falso y lo verdadero sin ningún esfuerzo, porque cuando de verdad se presta atención a lo que se escucha, esa misma atención excluye todo lo que no son hechos objetivos; sin embargo, si observa con conclusiones, opiniones, dogmas, creencias, no es posible ver con claridad