La instalación es una nueva forma de expresión que viene a reconsiderar las condiciones espaciales de presentación de las propuestas artísticas. Surge en la confluencia de ideas, acciones, contenidos, proyectos y manifestaciones plásticas de finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, y sus planteamientos se nutren de esas corrientes transformadoras. La obra se divide en cuatro apartados. El primero de ellos está dedicado a los antecedentes que hicieron posible que un mecanismo tridimensional determinado se situara en el centro de la actividad artística. El segundo apartado se refiere a los límites del término «instalación», a las características de su funcionamiento y a los contenidos que se derivan de ella. En el tercero se analizan algunos de los problemas derivados de su irrupción en el mundo del arte. Y en el cuarto se muestran distintas formas de instalación, seleccionadas y ordenadas de acuerdo con el mecanismo de funcionamiento de cada una de ellas. Incluye dos anexos, uno de ellos dedicado a algunas de las aportaciones de artistas españoles “instaladores” y al análisis de sus obras; y otro en el que se recogen algunas contribuciones teóricas a la comprensión del fenómeno de la instalación en el mundo del arte.