Volviendo al tema de que eres un ser humano: en Occidente, parece que hemos caído en la trampa de ver la vida como un proyecto. Por tanto, intentamos aprender a crear una vida exitosa como parejas, empleados, mediadores, etc. Nos juzgamos a nosotros como si tuviéramos que ser capaces de elaborar ese proyecto de forma impoluta, como si se tratara de algo tan sencillo como hacer un pastel. Todo para que, si alguien examinara nuestro currículo, nos pudiera poner un diez.