Esta noche veo las cosas muy bonitas. ¿Será que son así? O es que yo las veo diferente a todos los demás. No sé. Pero de todos modos, y aunque, según mi madre, éste es el lugar más feo del mundo, yo no lo creo así y hay muchas cosas que son muy lindas. La misma casa —que algunas veces quisiera pegarle candela— yo sé que no es fea, y aunque se está cayendo y las gallinas la cagan todas las noches (porque la mayoría de las condenadas gallinas duermen en el techo de la casa), hay lugares donde no cae ni una pizca de mierda, y todo luce bien. Aunque la gente dice que es mentira y que en esta casa no hay ni un rincón donde se pueda respirar.