El que un Satanista no cree en Dios es un concepto popular bastante erróneo. El concepto de «Dios», tal como es interpretado por el hombre, ha sido tan variado a través de todas las épocas, que el Satanista simplemente aceptar la definición que mejor se ajuste a sus necesidades. El hombre siempre ha creado sus dioses, en vez de sus dioses haberlo creado a él. Para unos, Dios es benévolo; para otros, resulta aterrador. Para el Satanista, «Dios» —por cualquier nombre que se le llame, o bien por ningún nombre en absoluto— es visto como el factor de equilibrio en la Naturaleza, y no como un ser al que le preocupe el sufrimiento. Esta poderosa fuerza que permea y equilibra el universo es demasiado impersonal para preocuparse por la felicidad o la miseria de las criaturas de carne y hueso de esta bola de mierda sobre la cual vivimos.