—Era el ser el propósito y la esencia de lo que buscaba aprender. Era el ser del cual me quería liberar, el cual quería superar. Pero no pude superarlo, solo engañarlo, solo huir de él, esconderme. De verdad, nada en este mundo ha mantenido mis pensamientos así de ocupados como mi propio ser, este misterio de estar vivo, de ser uno y estar separado y aislado de todos los otros, ¡de ser Siddhartha! Y no hay nada en este mundo de lo que sepa menos que de mí, ¡de Siddhartha!