Frank Herbert es, por supuesto, el autor de DUNE, de tan arrasador efecto que no ha parado de producir secuelas. Pero, parece ser, también ha escrito algunas cosas aparte de aquello. EL DRAGÓN EN EL MAR es la primera obra de relevancia de Herbert, lo cual probablemente explica la peculiar elección para el título. Ésta es una historia que gira en torno a un submarino y a sus cuatro tripulantes, embarcados en una misión en la que hasta ese momento ningún otro equipo ha logrado tener éxito: robar el petróleo de una bolsa desconocida aún para las fuerzas del Este. Fundamentalmente, el argumento de la novela lo soportan dos pilares, que son la trama psicológica, elemento principal sin ninguna duda en un escenario que son las reducidas dimensiones de un submarino nuclear, y las típicas incidencias y complicaciones de género bélico que, evidentemente, tenían que rodear a la elección de ese medio de transporte. Ciertamente ha perdido bastante con el paso del tiempo, hasta el punto de que tan solo la especulación psicológica, y algún detalle más, mantienen aún encuadrada esta obra dentro de la ciencia- ficción. Sin embargo, lo que el tiempo no ha tapado aún es un comienzo notablemente confuso y plomizo, junto, en líneas generales, a un desarrollo más bien falto de genio. En definitiva, es una obra apta, pero solo para lectores con bastante apetito y paladar suficientemente encallecido.