Un poema que es doble: es el poema de la gran igualdad de las cosas nobles o vulgares, antiguas o modernas, decorativas o utilitarias, pero es también, a la inversa, el despliegue de objetos que son todos a la vez los fósiles de una era, los jeroglíficos de una civilización. Lo mismo vale para las cloacas de París descriptas por Hugo en Los miserables.