La principal víctima de la corrupción es el propio corrupto, sobre todo si ha traicionado los ideales de honestidad de toda una vida. Es el caso de El hermano pequeño, una historia habitual en la España y la Europa de las corrupciones que Carvalho investiga con su talante de siempre, con su capacidad de descubrir el desorden que se esconde detrás de toda apariencia de orden. En los relatos adjuntos a esta novela, el humor, el sarcasmo y la melancolía resucitan al Carvalho más esencial y su universo de personajes imprevisibles, como una mala mujer o un loco enamorado de Marilyn Monroe y usurpador de la personalidad de Pepe Carvalho.