Zen para samuráis urbanos

«Vencer al enemigo sin luchar es la máxima habilidad».

Conecta con tus valores. Pregúntate: «¿Qué podría hacer para construir una vida plena y alinearme con mi Yo valiente, en lugar de seguir este impulso o luchar para resistirlo?». Sea cual sea la respuesta, actúa en esa dirección. Recuerda que incluso el paso más pequeño y sencillo también cuenta.

Ningún impulso durará para siempre. Si tienes la paciencia de esperar, evitando seguirle la corriente y dejarte llevar por su ímpetu, pasará. Cuando notes que surge en ti una fuerte tendencia a actuar, lo único que debes hacer es anclarte a tu respiración y abrirte a la experiencia con curiosidad en el momento presente. Cuando aprendas a dar espacio a esas olas que se agitan en tu interior en lugar de intentar reprimirlas, te abrirás a la posibilidad de desactivar tu piloto automático y decidir conscientemente cómo actuar en esa situación determinada.

Del mismo modo, utilizando el arte de la flexibilidad para vencer nuestros impulsos, podemos aprender a fluir con esa energía y dirigirla hacia acciones que nos permitan vivir la vida que deseamos, en lugar de actuar de forma automática.

En lugar de resistirnos o luchar contra un impulso, deberíamos dominarlo, llevando la conciencia a su ser presente, observando el momento en el que alcanza su punto máximo y el momento en que se desvanece. Probemos el jiu-jitsu mental.

Leyendo este libro ya te habrás dado cuenta de que, cuanto más luchamos contra nuestros demonios (ansiedad, miedo, ira, relaciones difíciles, etc.), más fuertes se hacen. Estamos acostumbrados a luchar contra todo lo que no nos gusta o nos causa dolor, pero, al hacerlo, activamos cada vez un conflicto interior que no hará más que desconectarnos del momento presente y alimentar un estado de tensión y frustración.

Según Gilbert, para fomentar el bienestar personal es necesario desarrollar un Yo compasivo que pueda neutralizar nuestro crítico interior y reactivar el sistema tranquilizante que no funciona correctamente en muchas personas.46

Cuando no estamos emocionalmente implicados, aumenta nuestra capacidad de controlar nuestras acciones y, en consecuencia, también nuestra capacidad de construir una vida que de verdad nos pertenezca.

Las Técnicas de Distanciamiento Emocional (TDE) que se describen en las siguientes páginas están inspiradas en las estrategias de difusión desarrolladas por la ACT. Son ejercicios cognitivos que reducen el nivel de implicación emocional desencadenada por los pensamientos más opresivos y ansiosos.

Cuando logramos distanciarnos de nuestro matón interior, es más fácil observarlo con aceptación y curiosidad