Béldar Estragón, un joven soñador con un firme afán de superación, siempre supo que quería ser brujo, aunque todo en su vida apuntaba a que acabaría siendo panadero como su padre, como su abuelo y como el resto de sus ancestros. Sin embargo, y a escondidas entre sacos de harina y hornos de leña, Béldar siempre encontraba un momento para releer su único libro de hechizos, su tesoro más preciado: Hechizos menores para transformaciones sencillas. Un día como otro, por caprichos del destino, su vida da un giro completo cuando es admitido en la Universidad de Magia para trabajar como mozo de un ilustre catedrático, el profesor Búho Gort. Allí descubre que el camino de la magia es mucho más complejo de lo que tenía entendido, y también comprende que los sombreros de brujo no son una prenda que cualquiera pueda ponerse sobre la cabeza sin pagar las consecuencias, especialmente cuando se trata de un sombrero de brujo legendario.