Mi Diego

Ochenta y cuatro años después, la poeta Liliana Campazzo escribió «Yo me robaría el cajón de Maradona.»

«Me agarró los cachetes de la cara y me dijo: “Dani, yo soy bastante grande, eh, yo sé cómo cuidarme”.

«La vida en modo Maradona te arrasa», comenta.

No en vano el periodista español Santiago Segurola escribió que «resulta conmovedor que la vena autodestructiva de Maradona no logre apagar el eco de su leyenda»

Fue un hombre que regaló mucha alegría, pero a la vez sufrió muchísimo por las consecuencias que impone la vida por haber sido esa usina de alegría»

«Qué clase de rico será quien no lleve todo junto y en un solo puño la psiquis y el latido de su pueblo», cantaba Miguel Abuelo.

Él fue quien dijo “hubiese sido mejor jugador si no me drogaba” y aconsejaba a los pibes para que no se drogaran. Ahí está su grandeza, la del hombre que le desea el bien al otro»

«Una vez, tomando mate en la cocina de su casa de Villa Devoto, Diego, que en esa época estaba con lo del sindicato de los futbolistas, me decía algo así como “es inconcebible que un africano que sea tan bueno como yo con la pelota gane chaucha y palito y yo gane tanto”.

gran paso fue la creación de la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales. Éric Cantona, Ruud Gullit, Hristo Stoichkov, Iván Zamorano, Gianluca Vialli, Gianfranco Zola, Laurent Blanc, Tomas Brolin, Ciro Ferrara, Michel Preud’homme y George Weah (hoy presidente de Libia), entre otros. Fue en 1995.

Somos los protagonistas y no tenemos ni voz ni voto», dijo. Se quejó de los horarios en los que se jugaban los partidos bajo condiciones climáticas insoportables