No se alarme si en esta novela los personajes saltan delugar o de tiempo; ni siquiera si entran o salen de la trama. Si aparecen en un espacio u otro de nuestrapequeña casa que es apenas una isla en el universo.No hay fronteras. No hay tampoco un calendario real.
Es muy posible que esta novela ya hubiera estadoterminada aun desde antes de que se comenzara aescribir — vaya, a pensar— simultáneamente, en los polosopuestos de latinoamérica. Que es un solo continente, sí,pero de cualquier manera enorme y atrapado entre dostiempos.Entre mil tiempos.
Después de todo, si fue escrita por dos diferentespersonas que no se conocían y que además estaban amuchos miles de kilómetros entre sí, seguramente es quetenían — traían, cargaban ya de siglos antes— un descono-cido objetivo en común que sólo se descubrirá al final.No nos sorprendamos, pues, por qué que logró reunir ados mundos enteros, en uno solo.
