Santander, 1920
Se ha cometido un asesinato y Celia es la única sospechosa. Tras una fuerte discusión con su tío a causa de un enlace no deseado, este aparece muerto en su dormitorio y ella es la última persona que lo vio con vida.
Daniel Valle es el comisario que debe resolver el crimen perpetrado en una villa en el Sardinero; sin embargo, cuando conoce a Celia, teme no mantenerse imparcial durante su labor detectivesca.